¿igualdad? ¡Madres, Qué!

El otro día me llego un mail… uno de esos que en cualquier momento borraría, pero, ese día en específico, no quería hacer nada, más que huevonear… Un hipotético lector podría estar pensando: si, ya sé, uno de esos mails rosas en los que recibes una bendición de Dios y eres feliz para siempre, o una de esas maldiciones que tienes que enviar antes de 5 minutos, porque si no, sufrirás mil años de mala suerte, n so on… Pues, no. El mail, si mal no recuerdo, era algo como: pinches chinos inhumanos, o algo así. El pedo es que, de entrada, se muestra una postura racista. Y todo el mail, es un señalamiento en la misma línea.
El mail consistía en un archivo en ppt, y una advertencia que, más o menos, rezaba así: hay que ver para creer!!!! Contiene imágenes muy fuertes, revísalo a discreción.
Abrí el correo y comencé a leerlo: la presentación comenzaba con un bebé recién nacido, pero, lo que llamaba la atención es que estaba tirado en la basura. Después se mostraban una serie de fotos en los que la gente, china, por supuesto, pasaba sin siquiera molestarse en levantar al niño, o al menos, ponerle una manta o algo. La persona que escribió dicho mail aludía a la dignidad humana y demás patrañas que se supone nos hacen iguales los unos a los otros y estupideces así. Al final, una ser humano sintió que era su deber cubrir con un cartón el pequeño cuerpecito. Entonces, ‘alguien’ entrevisto a la persona en cuestión, y explico que en China (o Japón, total, son los mismos: ojos rasgados y amarillos), debido a la sobrepoblación que sufren, estaba rotundamente prohibido tener más de dos hijos, por lo que era una práctica por demás común, que las mujeres embarazadas, poco después de dar a luz, tiraran a sus hijos, y a nadie le importara.
Y aquí entra el lado perverso y racista: pensar que eso sucede en China, un lugar que el mundo considera como lleno de excentricidades, un lugar donde lo más exótico se vuelve realidad, se considera como normal.
Sin embargo, ¿Cuántas veces no hemos sabido de casos similares? Y no sólo me refiero en América Latina, ni siquiera lo delimito a México, mucho menos en Guadalajara. Aquí mismo, en Zapopan, una de las comunidades más mochas del mundo, suceden casos de la misma naturaleza cada día. El problema es que, como dije, permea el racismo recalcitrante, ya que consideramos (todos, ni moño que no) que los Chinos, Japoneses o Coreanos son una especie diferente de seres humanos, capaces de atrocidades inconcebibles. Tales como ingerir fetos muertos, comer la carne de los perros, que en algunas culturas de Occidente son consideradas como parte de la familia.
Total, que no me parece prudente creer tantas cosas tan raras que oímos de nuestros vecinos de Oriente…
PS: Me parece que este post, bueno, no el post, más bien, el mail, toca un punto medular: si debería haber prohibiciones en cuanto al número de hijos que una pareja puede tener, por qué, al ritmo que vamos, dentro de MUY poco tiempo ya no cabremos. Igual, hay que pensar en la gente que viene después de nosotros, que serán nuestros parientes lejanos. A mí me hubiera dado un chingo de coraje que mis tatarabuelos hubieran jodido el mundo, y yo no hubiera podido ir a las cabañas de Mazamitla o a Tápalpa, por que se hubieran acabado los bosques… Pffft.
PS2: También, que no confunda el post, nunca he estado a favor de la igualdad. Jamás. Somos completamente diferentes. Unos más iguales que otros, ofc, pero, diferentes al fin y al cabo.
PS3: Como dije: Lacaniano por convicción, Nietzscheano por vocación.