¿Sobredeterminación simbólica? Mi Cuarto...

Calderón.

Ayer domingo estaba viendo un programa llamado Dr. House (quien tenga algo de edad, sabrá que es la continuación de la serie televisiva llamada Doogie Houser, pues el devenir de un niño genio, sólo puede ser en un adulto agrio). El capitulo al que me refiero trataba sobre un ciclista profesional y drogas. ¿A que viene un ejemplo tan banal, en un blog tan serio? A que, como es evidente, un ciclista profesional mezclado con drogas, produciría un escándalo enorme, y lo que estaba en juego era la ética profesional de los doctores, ya que a una en especial, le parecía repugnante el hecho que una persona pública, con fans y demás, usara drogas para ser mejor. El asunto pararía ahí, pero, no. En escenas posteriores, la abogado del hospital hace una reunión con los médicos que le estaban tratando al mencionado ciclista, porque había llamado una revista (amarillista quiero suponer) para averiguar sobre el escándalo del ciclista. El espectador omnisciente supondría que, como todo señala a la medico que está en total desacuerdo con las practicas ilegales del ciclista, ella sería la culpable de sacar a la luz dicho escándalo. Pero, al momento de la interpelación, otro de los médicos (uno de color, para que el programa fuera políticamente correcto, y de acuerdo a los estándares establecidos por la industria cultural) le dice a la abogada: ‘sí digo que ninguno de nosotros no fue, ¿denotaría culpabilidad? (no es textual, porque no recuerdo bien)’. Y aquí es donde, inesperadamente toma actualidad dicha serie: En diferentes horarios, y en diferentes canales, su presidente, Calderón, ha estado mandando mensajes sobre su solidaridad con los trabajadores, con la economía de los pobres, y bla, bla, bla. Pero, lo medular de su discurso, y lo que, por supuesto, pasa a segundo plano, a un mero comentario matizado, es que el asegura que el gobierno no es el causante (o culpable) del reciente aumento de precios… ¿No será, que como en la mencionada serie, el negar la culpa, es lo que en realidad nos posiciona como culpables? ¿No?...