Pragmátismo...

Es claro que (parafraseando a Deleuze y Žižek): cuando hablamos del individuo, lo hacemos de uno difuso, universal y abstracto, porque, si hablásemos de individuos concretos, lo que digamos de ellos, se autodestruye, se vuelve puro humo, por lo que es necesario decir lo que diremos de ellos, desde cierta distancia, pues, si los ‘hablamos’ desde cerca, se vuelven vulgares y simples… ¿Cómo puedo sustentar esto? con lo siguiente:
el otro día estaba cheleando en casa con una mujer (de cuyo trasero estoy enamorado), a la cual estaba explicándole uno de los posibles lugares hacía donde está encaminada mi tesis (el marcado pragmatismo/utilitarismo, que en mi opinión, es lo distintivo de esta época, y como eso convierte en meras cosas a los demás, esto es más allá de esa relación entre personas/cosas a la que aludía Marx en su fetichismo de las mercancías), con lo cual ella, desde una postura desde la cual era clara la sublimación del contexto, dijo que no era cierto, que no siempre sucedía así, y como ejemplo dijo: “mira, yo no te estoy tomando como un objeto, ni tu a mí… Por qué, pues, por qué… (en ese momento hizo una pausa) mejor no utilicemos a Paris y Juanita banana, mejor utilicemos a X y Y…”, a lo que yo estuve a punto de responderle que no fuera mamona, que sí nos encontrábamos en mi casa, en mi cuarto, cheleando, muy cerca el uno del otro, con rolas románticas, y en una clara y por demás clichesca tensión sexual, estábamos utilizándonos cada cual para su fin particular: ella, para legitimar y afianzar su (dizque) relación con su novio, y yo, para que me prestara una vez más su trasero, pero, como –insisto- soy una persona utilitaria y pragmática, y por supuesto, bien mucho-machin de camarón lista, pues sabía que si le decía eso, no se iba a poner la del puebla, como sucedió, y ella caería en cuenta de que es de trasero alegre, mucho antes de que hubiera pasado algo, y que yo, soy un hijo de mi chingada madre, so, me quede calladito, y dormí MUY a gusto… Je… El pedo es que, si, no podemos hablar de individuos concretos, al menos en filosofía, por que, lo que digamos, por contingente o yo que se, puede evaporarse y eludir nuestras reflexiones… ¿no?

De Anuncios y más...

Me llamó bastante la atención un mensaje comercial que acabo de mirar: en el susodicho, se ve un tipejo mexicano promedio: moreno, estatura baja, entre sus treintas o cuarentas, el cual tiene que trabajar (subordinado al gran Otro, por supuesto) en un puesto mediocre y sin muchas posibilidades de ascensión, para mantener a su -cada vez más- creciente familia (me permito especular sobre el individuo en cuestión, pues es medular para mi análisis de dicho anuncio comercial)… La cuestión es que, en un primer momento se pone en evidencia lo arduo trabajo de la persona, y como son pesadas las jornadas laborales a las que tiene que someterse para conseguir el sustento necesario para vivir. Lo medular y perverso del comercial es lo siguiente: lo arduo del trabajo del individuo se ve encarnado en lo Real, en el dinero, ya que, es usado como argumento para evitar que rayemos los billetes, pues es EL fin real hacía el cual dirigimos nuestras fuerzas, no para solventar necesidades, sino que lo hacemos para obtener el dinero, no como un mero medio, sino como un fin en sí… Pero, como se dijo antes, lo perverso es que ese esfuerzo sirve como legitimación de las propiedades del dinero, no como una mero medio de intercambio, sino, que se le dota de valor e incluso de vida anímica (evidenciado en el anuncio en el que ‘habla’ María Morelos, el del billete de 50, en el que dice que la violencia contra los billetes debe parar) Que raro, ¿no? ¿No será que hay otro trasfondo de o que nos presentan los comerciales referidos?

PS: por otro lado, debo decir que estoy totalmente desolado, por que, he caído en cuenta que las películas de Star Wars no giran en torno a los Jedi, ni a la estirpe Skywalker, ni siquiera alrededor de la fuerza… Sino que giran, netamente en torno a R2D2… DAMN!!! El Otro lacaniano ha sido encarnado en la realidad… Me cae… Cualquiera que vea con detenimiento las películas, y analice los argumentos, se dará cuenta… DAMN! DAMN!!

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Sentado, mirando a nada en particular, viendo el mundo rodar, mientras me sigo pudriendo lentamente… pienso en como he cambiado, en él que era antes, y en él que soy ahora… pienso en la aparente dialéctica que permite construirme y reconstruirme, pero, siempre, con las mismas piezas y las mismas herramientas, aunque a veces parezca que alguien –o algo- forma momentánea parte de esa constante construcción. Y así, doy cuenta de que no puedo dejar de ser Yo. El mismo paranoide-sociopata-bipolar-sicótico-hijo-de-puta-mal-hablado que siempre he sido… Y sigo preguntándome: ¿vale la pena, si caeré en el mismo lugar de siempre, como siempre? ¿Será lícito siquiera recomenzar, si se donde terminare de nuevo? ¿No sería más viable y cómodo quedarme tirado entre la basura a la que pertenezco? ¿Para que intentar sacar la cabeza del fango, si al final retornare gustoso a él? ¡Dios! Ojala y me hubieran hecho más empatico y menos egoísta! ¿De que sirve ser como soy, si paradójicamente, la infelicidad y la incertidumbre son lo único que me mantiene seguro y contento? ¡Dios! ¡¿Podrías mirar hacía Otro lado, por favor?!