Allende A Mi Vida.

Hace unos días -ayer-, platicando con Liz sobre mi blog, y como quemo a la banda, me contó de un bato (Martín creo que se llama) al cual, estudia en el CUCEA… Pero, ese no es el punto –como siempre-, sino lo que le sucedió al tipo en cuestión…
Estaban un día, Liz y sus amigos en el ‘cyber-jardin’ (así le llaman, chingo a mi madre si no-, y pues, comenzaron a hacerse ‘bolita’ –no porque tuvieran frío, sino jugando… El pedo _EN EFECTO- es que al susodicho le hicieron bolita –aparentemente de más, y sin querer queriendo, pos se le salio un pedito… Ya podrán imaginar la carrilla que eso suscito… Sin embargo, eso tampoco es el pedo… ¡JA! Bueno, si es ese el pedo, pero no el asunto que yo voy a tratar aquí… Un día cualquiera –me contó Liz- fueron a la calle dos –o como se llame- y les dieron raite –y no mata-bichos-, pero, se acoplaron como 778141526986102541 en la camioneta, pero, lo raro de este caso, es que, todos iban súper apretados, con excepción del bato –raro, ¿no?- y pos la Liz y sus compás le comenzaron a echar carro, pero no muy severo… Y la gente se le quedo viendo –creo-, y pos el bato soltó la sopa –“si, es que me hicieron bolita, y se me salio un pedito…”- ¡Ja! Lo que el bato en cuestión no se esperaba, era que todos los que iban en la camioneta… Entonces, le dice una ruca: Oye… ¿no importa si lo hago publico? Es que tú y yo estamos como en 3 clases –o algo-… Y pos ahora ya sabrán la fama de pedorro que debe tener el bato… ¡ja! Yo por eso ya me opere contra las flatulencias… ¡¡¡Ja!!!

PS: Ya que Liz… Pa’ que me contabas… Je…