miércoles, septiembre 19, 2007

De 'profesores'

Al principio del ciclo escolar, mi novia (escribir eso me causa conflicto, por mi miedo al compromiso) me dijo que en su clase de filosofía, el profesor pidió a la clase en general que le llevaran un libro, ya fuera de Descartes, Kant, Hume o algún filósofo de renombre. Ella tenía Los prolegómenos… que yo le había prestado, por lo que me pareció por demás viable que llevara ese, con objeto de cumplir con su clase. Junto con eso, les pidió que investigaran sobre que era Filosofía, por lo que hicimos un pequeño esbozo que respondiera someramente la cuestión.
Cual sería mi sorpresa, cuando, en la noche cuando la vi, me contó que en primer lugar, le dijo su ‘profesorsucho’ que estaba mal, que Filos no era amor, sino pasión, y que Sofía, no era conocimiento, sino sabiduría. Yo me dije –por supuesto- WTF? Igual, no me pareció tan descabellado, porque, de todos modos, un error gramatical, es bueno señalarlo. Lo que me hizo saber que su profesorsete es rotundamente un neófito en cuanto a Filosofía se trata, es que, cuando ella le presento los prolegómenos, le dijo primero, que quien se lo había prestado. Ella, por supuesto, le dijo que su novio, a lo que el le respondió: “pues dígale a su novio que primero le preste la Crítica de la Razón pura, porque ese lo tiene que leer primero.” Con eso sí no solo me quede de WTF, sino que me enoje, porque, ¿como puede ser posible que alguien que se precie de saber sobre Filosofía (ya no digo ser filósofo) no sepa que los prolegómenos son el estudio introductoria de la Crítica? Se lo dije a mi novia, y ella a su vez le dijo a él. Y el batillo, mostrando más y más su pendejez, le dijo: no, ese no es primero. Yo lleve una clase completa de Kant, y usamos la Crítica, a lo que yo señale en el libro –con rojo, pa’ que resalte- donde el mismo Kant dice, en los prolegómenos: este es el estudio introductorio a la Crítica de la Razón pura. Todo hubiera quedado ahí, pero, de nuevo, mostrando por demás que se ardilló, le pregunto que donde estudiaba yo, y pues ya ella le dijo que en el CUCSH, y el, para ‘hacerme’ menos le dijo: pero yo ya estudie. Y así hubo una serie de comentarios de su parte hacía mi, por lo que decidí ir a ver que tal estaba su ‘clase’, pero, ella me puso como condición, que no podía preguntar, ni nada. Accedí. Total, para no hacerlo largo –que de por sí, ya es- diré que fui. Su clase me hizo preguntarme: ¿si así son los profesores en las escuelas, como demonios termina alguien estudiando Filosofía? No profundizare en ello, pero, están del CARAJO, me cae… De igual forma, me hizo saber que soy el macho alfa, porque, le bato, al saber que estaba ahí, apunto unas cosillas –en forma por demás desesperada- en el pizarrón y les dijo: ya pueden irse. ¡JA! ¡No le saqué maricón!

2 comentarios:

Flakushis dijo...

Qué triste que haya colegas profesores que llevan la docencia de ese modo. Uno debe admitir que no es omnisciente y reconocer cuando se equivoca o cuando no sabe algo.
Pese a lo que algunos dicen "debilita tu imagen ante el alumno", les enseña humildad. Y aprenden más con el ejemplo.
Pero bueno, nunca falta el negrito en el arroz.

Igor dijo...

Ni madres. El principal problema de la educación en México consiste, precisamente, en echarle la culpa a los profes. Se obvía así que los estudiantes son unos pinches huevones. El profe es sólo un guía. la Responsabilidad es del estudiante y nada más. Si el profe es un mediócre, el alumno no tiene por qué ser así. PAra eso están las bibliotecas. Y la internet. A estas alturas, echarle la bronca a los profes denota, cuando menos, una hueva inmensa.


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