¡Pinches Rayacalles!

El otro día estábamos el marica del Árbol (No, no voy a volver a poner tu link, so, STFU) y yo echándonos (no entre nosotros, sino que degustábamos) unas sabrosas ‘lionas’, cuando salió a flote el tema del graffiti (raro en un par de geeks cuyo lazo primordial fue ese)… Comenzamos a recordar nuestras hazañas (Sí, marica, pintaste la minerva… ¿y? Pero, luego empezamos a hablar de un programa que salió en canal cuatro, en el que aparecieron el Roger, quien dirigió la tesis de mí Sis, y el famosísimo Gilligan de los DSP (Quien cabe decir, asegura no conocer a los ETC, aun cuando su crew sugirió que fuéramos a cotorrear a su parque), el Rock y una analista que no conozco. Total que, la molestia del maricotas giraba en torno a que presentaban un lado del graffiti demasiado ‘bonito’. El pedo era que entrevistaron a la Esho (que dicho sea de paso, es doctora, y eso de por sí es destacable, y aun cuando te agüites, marica, es una de las pocas viejas con talento, muy a parte de sus motivos para entrar en éste sub-mundo), la Yosha, la Sicik y no se quien más. Total que el bato (el Árbol) se emputaba por qué ellos (quienes salían en el programa) decían todas las bondades del graffiti, que les había dado más amigos y felicidad, y bla, bla, bla. por lo que me vi en la necesidad de explicarle (as always) que la percepción que tuvo del mentado show, fue determinada en su totalidad por haber entrado al juego que presentaba el mentado canal: mostrar el lado rosa del graffiti, el lado legal y encomiable, en el que, gracias a las ‘buenas vibras’ y mariconadas de esas, los jóvenes podrían encausar sus ímpetus de la pubertad, de una manera linda y creativa. Por supuesto que no iban a presentar al Oran, al Oakey o a cualquiera de los locos (Se que presentaron al Venom, pero, era lógico, por qué el bato es de los más oldies y reconocidos) que tonchean y que sólo viven para eso y que no tienen ningún tipo de futuro más allá de los 30 años.
El pedo es que la gente que está por la pura pasión en esto, y que tuvo un pasado ‘ilegal’ de neta, puede molestarse por qué sólo presentan una obvia e insincera apología del graffiti. Y eso, que hueva, porque se compone de ambas: hay un lado bonito que la sociedad no repudia, sino que apoya y ensalza, y otro, que es el rizoma perverso, cuya directriz es meramente la destrucción sin sentido. Intentar separarlos, es como quitarle una cara a una moneda. You can’t do that.