Lo anterior, me hizo reflexionar que la vida de una estrella porno, no debe ser fácil… Yo suponía que nomás era echar pata y todo el pedo (aparte de la molestia de tener a un cabron filmando, metido entre tus patas, tanto, que no sabes donde termina la cámara del wey, y donde comienza gasparin), sin embargo, el que esta vieja, TENGA que levantarse temprano, pa alcanzar a sus “amigos” (me encanta como se refiere a sus clientes, y como es de complaciente con los mismos) de otros continentes… ¡No mames! ¡No hay derecho! ¡Pobrecita! Entiendo que así se legitima el sistema capitalista, y que la industria porno no es mas que otro negocio, sin embargo, se “mancha” el acto del disfrute de una película porno (Se me vino a la mente el aso de la vieja que hizo la de “garganta profunda”, que alega que para hacer la película, la obligaron con una pistola… Parafraseándola: “Cada vez que vean esa película, están viendo como soy violada”), pues nos presenta una realidad más común… Fuera de los repartidores de pizza y las amas de casa “calientes”, fuera de los elevadores descompuestos, del servicio a cuarto… Fuera del mundo ideal, que suelen presentar las películas porno, en donde un hombre como
Ron Jeremy puede grabar cientos de películas… En fin… Le quita la “magia”… Lo mancha… Mal pedo… Nunca veré una porno de la misma forma…
PS: De fondo se escucha: “Ilusion de Q-strange